La construcción puede ser un proceso costoso y que consume mucho tiempo. Los retrasos suelen ser frecuentes debido a requisitos burocráticos que se dilatan, escasez de personal, el clima, mala planificación, etc.
Todas estas demoras pueden afectar negativamente en la percepción pública. No obstante, y afortunadamente, existe una gran solución para reducir los plazos: la construcción modular.
La construcción modular es un proceso mediante el cual un edificio es construido fuera del emplazamiento, bajo condiciones de planta controladas, utilizando los mismos materiales, diseños y estándares que una construcción convencional, pero en mucho menos tiempo.
Los edificios son producidos en módulos, que al ser unidos en su emplazamiento son un fiel reflejo del diseño de la infraestructura in situ más sofisticada y sin ningún tipo de riesgos.
Beneficios de la construcción modular
Este tipo de edificaciones pueden significar un ahorro, pero esto es sólo una de las grandes ventajas.
También tiene fantásticos beneficios como:
- Mayor resistencia que las construcciones tradicionales.
- Mejor control en la calidad de la construcción.
- Elimina en gran porcentaje la actividad de la construcción en el lugar de emplazamiento: molestias derivadas de la obra, tráfico vehicular, y mejora la seguridad y la protección.
- Mejor diseño de construcción y BIM.
- Oportunidades de diseño ilimitadas.
Además, se considera una opción más sostenible que los métodos tradicionales porque:
- Permite mayor flexibilidad y reutilización.
- Se obtiene menos desperdicio de material.
- Mejora la calidad del aire.
La construcción modular puede presentarse tanto para edificaciones permanentes como para edificios reubicables. Estos últimos son utilizados, por ejemplo, para escuelas, oficinas, clínicas médicas, centros de venta, o cualquier otro edificio reubicable que pueda cubrir una necesidad especial.
